El arte en las civilizaciones antiguas: China

La segunda gran fase de esplendor del imperio chino, comenzó con el establecimiento de la capital en Ch’ang-ngan en el 618 d.C. durante la dinastía T’ang. La ciudad que se convirtió en un símbolo del resurgimiento del poder. Durante este período, el centro imperial más cosmopolita que ninguno fue un factor esencial para el esplendor de las bellas artes.

Arte chino y budismo

Una de las influencias externas más importantes para el arte de la dinastía T’ang fue la religión budista que se introdujo en China durante el siglo I d.C. y fue propagándose en el curso de los seis siglos siguientes por todo el país y entre todas las clases sociales. La hegemonía del poder chino en Asia central, en la primera fase del período, permitió que aumentara el número de peregrinos de esta nacionalidad a los lejanos santuarios del norte de la India. Así, la renovación de los contactos con la India, influyeron sobre las artes plásticas y en el siglo VII se inició un notable cambio en el estilo de la escultura religiosa china. Mientras que en períodos anteriores había predominado cierta tendencia estática y formalista, las posturas se volvieron más relajadas y de representación más natural. Las estatuas de Buda y el bodhisttava (sabio que permanecía en la tierra para ayudar a la humanidad) esculpidas en roca, en Tien-lung-shan , hacia el año 700 d.C., son ejemplos relevantes de este nuevo estilo.

Cerámica

Las famosas cerámicas funerarias T’ang se destacan por una forma de escultura que alcanzó su máximo apogeo durante la primera mitad del siglo VIII. Gran cantidad de estas estatuillas se enterraron en las tumbas de los personajes acaudalados de la época. Las tendencias realistas del arte religioso se reflejaron también en la escultura secular de los objetos tales como los caballos T’ang, suntuosamente ornamentados.

Pero además de las figuras funerarias, durante este período se realizaron importantes avances en la técnica de la cerámica desarrollando diversas formas de alfarería en las que puede advertirse cierta influencia persa, por ejemplo en el añadido de elementos metálicos para el vidriado de las superficies incorporando colores vivos a la cerámica china. No obstante, lo más trascendente fue la aparición de la porcelana blanca traslúcida que cociéndose a elevadas temperaturas sería especialmente relevante para el posterior desarrollo de la cerámica china y europea.

En el año 906 d.C. tras largas luchas, la dinastía T’ang es derrocada y tras un medio siglo de largas luchas, la dinastía Song accede al poder. Este período es considerado la edad de oro de la cerámica china.

Gran parte de los artículos de cerámica no se decoraban y su efecto se basaba en la extremada delicadeza de su forma y textura. A continuación, algunos de los artículos más conocidos:

Ting: son uno los pocos artículos de cerámica que jamás llevaban decoración. Su cerámica blanca guarda bastante relación con la porcelana fabricada durante el período T’ang, es decir, se moldeaba o tallaba sin utilizar colores adicionales.

Cheng: realizada con un suave color azul era sometido a frecuentes variantes por la adición parcial de cobre, lo que producía manchas carmesí.

Yu: raras piezas fabricadas bajo la dinastía Song, poseían un delicado vidriado verde azulado.

Kuan: poseía un distintivo efecto craquelado que le otorgaba a la superficie el aspecto de un pavimento realizado con materiales diversos. Predominaba el color gris o marrón claro.

Kien: abarca gran cantidad de tipos de cerámica negra producidos en diferentes zonas geográficas durante la dinastía Song. Los productos más característicos son teteras color negro iridiscente con frecuencia marcado con líneas metálicas.

Tsing-pai: cerámica en tonalidades verdes es más fina la ting, aunque casi siempre presenta decoraciones similares.

Todas estas piezas son de producción anónima y pertenecen a lo que podría catalogarse de ‘artes decorativas’.

Pintura china

Para entender la pintura china es esencial conocer la gran importancia que se daba a la técnica del trazo con pincel. Desde los tiempos más remotos, la textura y el color de las superficies quedaron subordinadas al papel preferente que se daba al trazo hecho con el pincel.

En la representación de figuras, hubo un cambio comparable al que sucedió con la pintura budista del período T’ang. El uso del trazo con pincel es mucho más flexible, y muchos artistas consiguieron plasmar sus estados de ánimo mediante esta técnica. En los paisajes, sin embargo, se siguió la tradición de las grandes masas de color rodeadas de finas pinceladas.

Pero hay indicios de que estaba surgiendo un nuevo estilo que consistía en la utilización más libre de la flexible pincelada china, variando la velocidad del trazo y su presión, así como la cantidad de la pintura utilizada. Durante el siglo X, el paisaje sobre pergamino se perfeccionó todavía más.

Resumiendo, las características estilísticas generales del período: se elimina el color casi por completo, y se introducen nuevos recursos para crear los efectos de profundidad. Las estribaciones inferiores de las montañas, por ejemplo, se esfuman en una suerte de neblina para sugerir lejanía de los primeros planos. Este efecto se aprecia en la mayor parte de los paisajes.

Kuo Hsi (1200 d.C.) escribió un importante tratado sobre pintura en el que decía que la vista de un buen paisaje en pergamino debe hacer que el espectador comparta la experiencia del artista, hasta generar la ilusión de haber estado en el lugar.

La dinastía mongol Yuan (1279-1938)

Fue la primera dinastía en someter a China al dominio extranjero. Gran cantidad de funcionarios letrados optaron por retirare antes que ser colaboradores de un régimen bárbaro. Entre estos hombres surgió una escuela de pintura que continuó los logros de los períodos T’ang y Song. Así consideraron que la pintura debía ser la ocupación de los altos funcionarios durante sus tiempos ociosos. La pintura era principalmente subjetiva ya que no tenía por objeto plasmar la sensación producida por el objeto en sí misma sino que debía reflejar la personalidad del artista. AL final de esta etapa, Chao-Meng-Fu (1254-1322) rechazA este estilo pictórico abandonando la bruma misteriosa y el sentido espacial.

Dinastía Ming (1638-1644)

Durante este período, China volvió a estar bajo control nativo y estableció lazos comerciales y diplomáticos con Asia Central y Medio Oriente. La grandes innovaciones en la cerámica desde el período Song fueron la invención de la técnica de esmaltado en azul con fondo blanco, posible gracias a la obtención de los pigmentos azules en el mundo árabe.

A partir de entonces, la decoración pasó a ser priorizada respecto a la forma. Durante la primera etapa del período Ming, la ciudad china de Kina-to-chen, en la provincia de Kian-gsi, se convirtió en el centro de la producción cerámica china. Con el paso de los años, creció un gran complejo de hornos cuya producción fue aumentando progresivamente.

Más avanzado el período Ming, hubo un florecimiento en la exportación a consecuencia de la cual la cerámica china ejerció gran influencia en Europa a partir del siglo XVI.

Florecieron también en esta etapa, las artes menores como el esmaltado cloisonné, la laca y los tapices. No se practicó la técnica de esmaltado en vasijas hasta que ésta vino de Occidente; quizá se conocía ya bajo la dinastía Yuan, pero desapareció durante el siglo XV. Se soldaban hilos de bronce o cobre a los cuerpos de las vasijas para formar compartimientos llamados ‘cloisons’, que posteriormente se rellenaban con diferentes pastas de color. La superficie resultante se ponía al fuego luego se pulía para darle terminación. La primeras lacas chinas datan de la dinastía Han, aproximadamente hace dos milenios, pero las piezas más conocidas en occidente, son las que se produjeron durante la dinastía Ming. Se aplicaba, capa tras capa, la sabia del árbol de la laca, generalmente teñida de rojo, sobre un núcleo de madera y luego se tallaba.

También se desarrolló la técnica de confección de tapices, que si bien era anterior a la dinastía Ming, pocas piezas se conservan anteriores al período.

Y desde el período Ming hasta el final del imperio Chino, los gustos artísticos estuvieron dictados por la corte de Pekín.

por Graciela Paula Caldeiro