"El color debe ser pensado, soñado, imaginado" (Henri Matisse)

Les fauves

Encabezados por Henri Matisse, y André Derain, el movimiento Les fauves que literalmente significa 'las fieras' consolidó el camino hacia la abstracción que se hubiera iniciado a fines del siglo XIX con los artistas post-impresionistas.

;Fauvismo :El fauvismo fue un movimiento pictórico basado en la exaltación del color puro que se desarrolló en París a comienzos del siglo XX y constituyó una de las primeras revoluciones del arte en el siglo XX.

El fauvismo se caracterizó pues por la utilización de color con fines expresivos y en su aplicación de formas simplificadas, lo que se convertiría en un fin por derecho propio más que en un elemento puramente descriptivo.

El movimiento fauvista no se basaba en conceptos teóricos; comparativamente tuvo una existencia breve que hasta suele considerarse un período aislado dentro de la historia del arte. No obstante, y como consecuencia de su abstracción del color y del rechazo del naturalismo de la realidad, puede decirse que su influencia sobre el arte abstracto fue decisiva.

Henri Matisse (1869-1954)

Puede decirse de Matisse que fue el gran solista del color, de la línea curva y del sentido decorativo. Habiendo recibido la influencia del post-impresionismo enriqueció su propio horizonte visual, con la atenta observación de estampas japonesas, ceramicas persas, luces, telas y la sensualidad del mundo árabe.

Los peces rojos

El tema de la pecera con pec es dorados es frecuente en la obra de Matisse: se inspiró en esta imagen luego de un viaje a Marruecos, al que hace referencia también a través de las exhuberantes plantas y flores.

La habitación roja

Matisse tituló a esta obra: Armonía en Rojo, pero en una primera versión en la habitación predominaba el tono verde azul. El cambio del verde azul por el rojo se debió a que Matisse consideró que le parecía 'poco decorativo'. Al menos así lo expresó en una carta que le dirigió al coleccionista Ruso Serguei Schukin.

La danse

Esta obra es considerada un símbolo del arte moderno y se conserva actualmente en el Ermitage. El propio Matisse conciente de su importancia, incluyó referencias a ella en otras obras. El artista simplificó los contornos de las figuras y redujo la gama de colres, pero a diferencia del rigor de Picasso, alcanzó un efecto lírico y sereno. El coro de las muchachas sin rostro y sin tiempo envuelve al espectador en un ritmo circular, sencillo y natural, que parece no tener fin.

Manos sin contacto

La clave de la composición es la asuencia de contacto entre las manos de la bailarina del extremo izquierdo y su compañera de la derecha. Del intento recíproco de las dos figuras por alcanzarse, sin perder el ritmo circular de la danza, nacen las digonales contrapuestas, las curvas elásticas y tensas como arcos, los esfuerzos antiéticos que forman la marcha incesante, casi apremiante que a diferentes velocidades, recorre toda la pintural.

Energía Cósmica

La energía que libera la pintura se reesfuerza por la absoluta sencillez de los elementos (la tierra, el cielo, la figura humana) que se identifican y se dividen neetamente por el uso de los colores verde, azul y rojo. "El cuadro tiene un significado mitico-cósmico; el suelo es el horizonte terrestre; la curva del mundo; e l cielo tiene la profunidad turquesa de los espacios interestelares; las figuras gigantes danzan entre la tierra y el firmamento" (Giulo Carlo Argan)

por Graciela Paula Caldeiro