Giotto

Puede decirse que Giotto es a la pintura italiana lo que Dante a la literatura en tanto es una fuete de constante inspiración. Probablemente sea Giotto el más famoso de los pintores italianos primitivos.

El enorme progreso que consigue al dominar el efecto espacial y la solidez de sus figuras solo es comparable al poder emocional que se desprende de los rostros que pinta. Y es ahí en donde más claramente se observa la ruptura con los estilos anteriores. Giotto requiere que sus figuras sean lo más humanas posibles, de modo que podamos sentirlas y hasta simpatizar con ellas. En sufran ciclo de frescos de la capilla degli Scrovegni de Papua, realizado entre 1305 y 1310, todo el drama de la vida de Cristo se expresa únicamente mediante seres humanos reales, a través de sus gestos y sus expresiones faciales. Con la utilización de formas simples y ordenadas, Giotto consigue un efecto de Monumentalidad verdaderamente memorable.

por Graciela Paula Caldeiro