Cranach combinó el tratamiento de los temas tradicionales con audaces innovaciones en la composición. Realizó también una importante labor como grabador, en la que es claramente visible la influencia de Durero.
Cranach vivió muy de cerca las convulsiones religiosas de la Reforma y trató a prominentes figuras como Lutero, al que retrató en varias ocasiones. Y aunque se sabe que facilitó diseños para la Biblia publicada en Wittenberg, se ignora hasta qué punto se adhirió a las ideas reformistas, pues siguió retratando también a destacadas figuras del bando católico con las que pareció relacionarse en buenos términos.
Lo cierto es que pasó sus últimos años como pintor de la corte del elector de Sajonia. Allí el gusto imperante lo llevó a tratar con preferencia temas bíblicos o mitológicos con un estilo que debe todavía mucho ala tradición gótica germánica. De esta producción sobresalen gran número de personajes femeninos concebidos con una sugerente intención sensual tanto vestidos como desnudos.
Cranach fue la última figura de una época notable de la pintura alemana. La Reforma y los cambios que en todos los órdenes trajo consigo, impidió que surgiese una nueva generación de grandes artistas.